Estados Unidos:
Impresionantemente, las autoridades han arrestado a una anciana, de 76 años de edad, por un sangriento crimen que cometió hace 35 años, ¿la víctima?, su esposo, quien en esa época tenía 42 años y fue asesinado de un balazo, en Pennsylvania, Estados Unidos.
En un principio y durante estos 35 años, la muerte de Carl ‘N’, había sido por suicidio tras una disputa doméstica, pero estaba claro que, las autoridades tenían bastantes dudas conforme al caso, pero debido a que no existía la tecnología de hoy en día, no se había podido comprobar nada contra Judith, la esposa.
Lo que terminó por señalar como asesina a Judith, fue una prueba de ADN que se realizó en una pijama vieja, lo que la vinculó en el caos.
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Trasciende que, en 1978, Carl fue encontrado muerto por una herida de bala en la nuca, cuando los agentes de la policía llegaron, la esposa de Carl dijo que la sangre en su mancha y en su pijama habían sido provocadas por mordidas que su esposo le había hecho y que él se había suicidado.
Cuando la policía llegó a la vivienda en aquel entonces, Judith los esperaba afuera, mientras que Carl yacía desnudo con una herida por arma de fuego en la nuca.
Aunque se usaron las ropas de la mujer como evidencia, nunca se pudo comprobar que ella tiró del gatillo, pero, recientemente, las prendas fueron nuevamente inspeccionadas y el resultado fue impactante, pues la sangre no era de Judith, sino de Carl, lo que daba vuelta a todo el caso.
Ahora la policía cuenta con herramientas que acusan a Judith como asesina a “sangre fría” de su marido y aunque ya hayan pasado 35 años del crimen, la mujer tiene qué pagar en prisión, lo que le reste de vida por su culpa.