Polonia/ Redacción:
Un niño, de tan solo 8 años de edad, sufrió las peores torturas infligidas por su padrastro y su propia madre. El menor, fue obligado a sentarse en una estufa caliente, además de recibir varias veces baños de aguar hirviendo que le provocaron quemaduras graves, en Polonia.
Aunque el pequeño resistió un tiempo a todas los graves “castigos” a los que sus tutores lo sometían, finalmente un día perdió la consciencia y fue a dar al hospital, en donde los especialistas vieron claros signos de abuso en su frágil cuerpo.
Trasciende que, las heridas eran tan serias, que los paramédicos decidieron trasladarlo en avión a uno de los mejores hospitales para salvar su vida. Lamentablemente, tras 35 días de agonía, el niño murió.
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Ahora su padrastro, identificado como Dawid B., esposo de Kamil, la madre de la víctima, está acusado junto a su pareja de abuso infantil y homicidio.
Y es que, tras las averiguaciones de las autoridades, se pudo revelar que el pequeño sufría de torturas que van más allá de lo que su pequeño cuerpo podía soportar: lo quemaban con agua caliente y lo sentaban en la estufa encendida, por lo que sus heridas en la cabeza, pecho y extremidades, finalmente le quitaron la vida.
Pero lo peor de todo, es que el informe del sufrimiento del menor no termina ahí, también fue golpeado, pateado, quemado con cigarrillos y tenía huesos rotos.
“La causa directa de la muerte del niño fue una falla multiorgánica progresiva. Fue causada por una enfermedad grave por quemaduras y una infección severa de todo el cuerpo, causada por quemaduras extensas que no habían sido tratadas durante mucho tiempo” , dijo el vocero del hospital.