Australia/ Redacción:
Una mujer que fue condenada a cadena perpetua por el homicidio de su esposo, es señalada por algunos como “sobreviviente” y no asesina, tras conocer su terrible historia.
Este hecho ocurrió en Welpeup, Australia, en donde Rebecca Payne, de 43 años, fue acusada de envenenar a su esposo, Noel Payne, de 68 años, al darle unas galles de limón que contenían un narcótico.
La mujer fue declarada culpable y ante esto, sus hijos, familiares, amigos cercanos y público que ha escuchado su testimonio, han solicitado a las autoridades, que tengan piedad de ella, pues no es una asesina.
Y es que, Rebecca, quien también ha sido llamada el “Monstruo de las Galletas”, ha relatado el infierno que tuvo que vivir con su esposo abusador, quien la sometía a las peores vejaciones, durante los 14 años que estuvieron juntos.
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Sin embargo, pese al repudio que ella le tenía a Noel, insistió en que no deseaba asesinarlo, pero sí había puesto temazepam (pastillas para dormir), en las galletas, pues lo único que quería era eso, que se durmiera.
Todo empeoró cuando la fémina se dio cuenta de que su esposo no tenía signos vitales, y asustada, envolvió su cuerpo en una manta y lo guardó en un congelador, en el jardín trasero de su casa.
Ante las autoridades el crimen es claro, tiene todas las atenuantes, pero a pesar de dar a conocer la historia, los allegados a Rebecca e incluso el público, piden que se consideren los “los actos indescriptibles de violencia familiar” que vivió.
«Bec es una muy buena persona y realmente no se merecía todo lo que le pasó en la vida», dijo la vecina Rhonda McGee.
«Vivió durante 14 años en el infierno con un monstruo. Los niños la necesitan. La comunidad la necesita. Todos la necesitamos», dijo su hijo Jamie.