Ciudad de México/ Redacción:
Un joven conductor de Uber, con lágrimas en los ojos, contó una amarga experiencia cuando tuvo que llevar a una ancianita de 80 años, a un asilo, cuando ella, la propia hija y el yerno, solicitaron el servicio para deshacerse de ella.
En el relato, el chofer relata en TikTok que tomó el viaje sin querer cuando apenas almorzaría y que el usuario de la aplicación, le envió un mensaje que decía que él no saldría, pero que debía llevar a su destino a una mujer que estaba esperándolo afuera.
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Cuando el sujeto llega al punto, encuentra a una ancianita con un par de bolsas negras (de las que son para la basura), mientras alguien los observaba desde la ventana.
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Al momento de acercarse a la mujer mayor para ayudarle a subir a su unidad, él ve que ella estaba secando sus lágrimas con su mandil, por lo que quiso preguntarle qué le pasaba y ella respondió:
«Es que no me quiero ir, yo no más me hice pipí, dile a mi hija que yo no he hecho nada malo, si quiere yo lavo mi ropa, yo nada más me hice pipí, yo no hice nada malo».
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Durante el viaje, la ancianita le contó el terrible trato que le daba su propia familia, incluso dijo que cuando su yerno le gritaba, su hija no hacía nada por defenderla, además señaló que ese día habían hecho el desayuno y no le dieron a ella nada de comer.
El conductor dijo que le ofreció una torta que llevaba a la triste abuelita y aunque él iba con el corazón destrozado al escucharla hablar sus penas, más se impresionó al darse cuenta de que el destino al que llegaron era un asilo de ancianos.
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“Sentí que algo tronó dentro de mí, se me partió el corazón”, dijo, pero también cree que al menos, ahí tendrá más libertad y no sufrirá de la indiferencia y la maldad de su propia familia.