Reino Unido/ Redacción:
Un terrible caso de negligencia cobró la vida de una recién nacida y puso en peligro la de su joven madre, cuando al sufrir discriminación, por su color de piel, fue ignorada cuando estaba en labor de parto en su celda, lo que provocó que diera a luz sin asistencia y el final fuera fatal.
Trasciende que, este hecho se suscitó en septiembre del 2019, pero hasta hoy, un Juez del condado británico de Surrey, han concluido en que la tragedia es responsabilidad de los funcionarios penitenciarios de la cárcel HMP Bronzefield, de Inglaterra.
De acuerdo a los informes, Rianna Cleary, que en 2019 tenía 18 años, dio a luz a su bebé Aisha, en su celda sin ayuda, luego de haber llamado por el intercomunicador, suplicando a las custodias que la ayudaran.
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Según el relato de Cleary, ella llamó al sentir los primeros dolores, pero solamente un guardia acudió, y al ver que todo estaba “bien”, se retiró. Después pidió auxilio por segunda ocasión, pero de alguna manera, la llamada fue desconectada, esta vez, nadie se acercó y de ahí en adelante, haría todo sola.
«No sabía cuándo iba a dar a luz. Tenía dolores muy fuertes. Fui al timbre y pedí una enfermera o una ambulancia, dos veces».
Tras sus intentos fallidos de llamar la atención de los guardias, el dolor y el cansancio la vencieron y se desmayó. Cuando volvió en sí ya había dado a luz.
«El cordón todavía estaba unido. La placenta estaba en el suelo. Mordí el cordón, lo até y tiré la placenta a la papelera», detalló sobre su experiencia.
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Cleary dijo a las autoridades que esa fue “la peor, más aterradora y degradante experiencia” de su vida.
La mujer estaba presa por un delito de robo y había perdido el derecho a pagar una fianza, ella comenta que desde que llegó se preguntaba si los maltratos se debían a ser de raza negra, pues notaba ciertas conductas que la hacían sospechar.
“En aquel momento me pregunté si me trataban de forma diferente (a otras mujeres) por mi raza, por ser joven o por mi pasado”, dijo.
«Nada puede cambiar la pesadilla por la que pasé, ni devolverme a Aisha. Me entristece saber que Aisha podría haber sobrevivido si me hubieran ayudado”.
Por su parte, el juez Richard Travers, luego de escuchar el testimonio de Cleary, dijo que la niña “vino al mundo en circunstancias angustiosas”, pero que no se sabe si la bebé nació muerta o falleció minutos después.
Aún con lo anterior, la autoridad hizo responsable a las autoridades penitenciarias, pues hubo “fallos sistemáticos graves” y una actuación “inadecuada y poco profesional”, del personal de la cárcel.