Ciudad Victoria, Tamaulipas/ Redacción:
Maestros de la Sección 30 del SNTE continúan invadiendo las calles e instalaciones de la secretaría en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas. Miles de profesores de todos los municipios se encuentran protestando para exigir sus derechos a las autoridades, incluso algunos, denuncian ejercer por años sin sueldo y otras problemáticas.
Este hecho ocurre, luego de que no el Gobernador del estado no haya dado una pronta respuesta a las peticiones de los docentes, señaladas en un pliego petitorio de 22 puntos.
Tras romper la mesa del diálogo, los maestros decidieron ejercer su derecho a protestar y poco a poco, la huelga se ha intensificado, pues cada vez son más los planteles educativos que suspenden clases debido a la unión de magisterio para lograr ser escuchados.
Una de las principales exigencias de los docentes es la destitución de la Secretaria de Educación de Tamaulipas, Lucía Aimé Castillo Pastor, pero respecto a este tema, el mismo Secretario General de Gobierno, Héctor Joel Villegas, ella seguirá al frente, y es algo que no está a negociación con el magisterio.
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Pese a las altas temperaturas y a la incómoda situación, los maestros no han perdido el entusiasmo, incluso, para entretenerse han entonado sus mejores canciones de música mexicana, bailes y hasta el “Payaso de rodeo” puso a mover a todos, en la calzada Tamatán, donde se encuentran las instalaciones de la Secretaría de Educación.
“El objetivo principal que hemos planteado a las autoridades no lo hemos visto positivo, hemos tenido pláticas de gran avance, pero mientras no se resuelva lo número uno, no podemos suspender esta actividad que tenemos un derecho como sindicalistas, así que estén atentos a nuestros llamados», expresó Arnulfo Rodríguez, Secretario general de la sección 30 del SNTE.
«Sobre todo que nuestra institución, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, es un organismo de respeto a la nación y no vamos a permitir que ninguna autoridad en el Estado le falte al respeto», expresó, entre porras y gritos de los maestros de “¡no nos vamos, ni un paso atrás!”.