Iowa, Estados Unidos:
Un centro de cuidados paliativos fue multado por las autoridades estadounidenses, por 10 mil dólares, debido a que cometió un terrible error enviando a una mujer, de 66 año de edad, a la morgue, para ser cremada, cuando todavía estaba viva.
De acuerdo al Departamento de Inspecciones y Apelaciones se estableció que la paciente con demencia de aparición temprana, ansiedad y depresión» ingresó el 20 de diciembre en el Centro de Atención especial de Alzhéimer de Glen Oaks en la ciudad de Urbandale. El día 28 de ese mes la admitieron para cuidados paliativos y el 3 de enero una enfermera facultativa la declaró muerta.
Según la enfermera, la mujer tenía la boca abierta, «sus ojos estaban fijos y no había sonidos respiratorios», declaró a las autoridades la trabajadora sanitaria, que tampoco pudo detectar el pulso con un estetoscopio.
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Tras las torpes revisiones, la mujer fue declarada muerta y se le dio aviso a sus familiares para que comenzaran los procesos funerarios.
Posteriormente, la paciente fue colocada sobre una camilla, dentro de una bolsa para cadáveres y luego la cerró. Nadie pudo darse cuenta de que aún vivía.
Horas más tarde, ya en el tanatorio, se descubrió que la mujer todavía estaba con vida y respirando, aunque sin respuesta motora. El informe también destacó que la paciente había sufrido previamente convulsiones menores y tenía la piel moteada, un indicio de muerte cercana.
Aunque la mujer fue trasladada a un hospital, al día siguiente, falleció.
Ahora, el centro de Glen Oaks, enfrenta acusaciones legales por no garantizar “los cuidados y servicios apropiados» para que la paciente recibiera una atención «digna al final de la vida».