Francia / Redacción:
Una ola de disturbios sin precedentes ha recorrido el país desde el pasado martes tras el fallecimiento de Nahel, un joven de 17 años, a manos de la policía durante un control en Nanterre, una barriada de París. La violencia se ha extendido rápidamente por todo el territorio, a pesar del despliegue excepcional de las fuerzas del orden, el blindaje en las calles, la cancelación de conciertos y actos multitudinarios y la imposición de toques de queda en algunas ciudades.
La cuarta noche de disturbios ha dejado un saldo de 1,311 detenciones, 79 policías heridos, miles de incendios y vehículos quemados. El Gobierno francés se encuentra en una lucha constante, aunque sin éxito hasta el momento, por contener esta marea de altercados que inició en la periferia parisina.
Ante la gravedad de la situación, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha decidido anular la visita que tenía programada a Alemania este domingo, señalando su intención de permanecer en el país para enfrentar la crisis, según informaron fuentes del Elíseo.
#Francia nueva jornada de protestas por el asesinato de Naël, un jóven de 17 años, por parte de la policía.
Por la noche se resiste la represión policial (40000 efectivos desplegó el gobierno), durante el día hubo manifestaciones en París y otras ciudades.
Más info 👇 pic.twitter.com/UoycCEvtqh— Diego Sacchi (@sac_diego) July 1, 2023
Durante los más de cuatro meses que ha durado la crisis desencadenada por la aprobación de la polémica reforma de las pensiones, que también dejó fuertes protestas con mucha violencia, Macron no había anulado ningún viaje al extranjero.
Puedes ver: “¡No contaban con mi astucia!”: disfrazado de ‘El Chapulín Colorado’ atrapa a ladrón
La madrugada del sábado, se desplegaron 45 mil efectivos, 5 mil más que el día anterior. En Marsella, la situación se ha agravado en los dos últimos días con asaltos a armerías, incendios de vehículos y ataques a comercios. Los alcaldes de Lyon y Marsella han solicitado refuerzos policiales al verse incapaces de controlar la situación.
El presidente Macron reunió el viernes por segunda vez a la célula de crisis para buscar medidas para contener esta ola de violencia. Hasta ahora no se ha decretado el estado de emergencia, a pesar de las peticiones de algunos partidos de la oposición, pero sí se han desplegado los blindados de la gendarmería y se han cancelado grandes eventos.
En un intento por mitigar los disturbios, varias localidades han impuesto toques de queda y se ha suspendido el servicio de autobuses y tranvías de nueve de la noche a seis de la mañana hasta nueva orden en toda Francia.
Puedes ver: Predicciones de Baba Vanga se hicieron realidad este 2023… ¡y lo que falta!
La estrella del fútbol francés, Kylian Mbappé, ha emitido un comunicado en Twitter en el que insta a poner fin a los disturbios: “La violencia no resuelve nada, menos aún cuando se vuelve contra aquellos que la expresan, sus familias, seres queridos y vecinos”, ha expresado el jugador del PSG.
Macron ha criticado duramente la “instrumentalización inaceptable” de la muerte de Nahel y ha pedido firmeza para quienes “utilizan esta situación para crear desorden”, atacar edificios y saquear comercios. Además, apeló a “la responsabilidad de los padres”, pues considera que la situación actual es el resultado de actos de “grupos organizados y equipados”, pero también de muchos jóvenes.
El país se encuentra en una situación crítica, con un número creciente de altercados y un aumento sin precedentes de la violencia que supera los niveles vistos en 2005, cuando la muerte de dos jóvenes electrocutados provocó una oleada de violencia que duró semanas. Esta crisis actual, en tan solo tres días, ya ha superado la cantidad de detenciones de aquel entonces.
Mientras el Gobierno busca soluciones para apagar este incendio social, Francia se sumerge en una espiral de violencia y descontento social que, de no frenarse, amenaza con desestabilizar aún más a la nación.